BENIDORM EN PLASTILINA

                  Secuencia en plastilina,esc:1/8

 El mundo en plastilina,no sería posible sin
William Harbutt(1844-1921),pues fue este pintor
 británico  quien revolucionó la técnica del modelado con el invento de aquél mágico producto.Sus propiedades químicas la hacen insustituible a la hora de realizar trabajos minuciosos cuya ejecución se va a prolongar en el tiempo,ya que el aporte de aceites a su fórmula evita la deshidratación y
endurecimiento típico de las arcillas.

La posibilidad de colorearla con pigmentos,la hacen insustituible a la hora de conseguir piezas de elevada expresividad,-¿quién no recuerda sus primeros pasos con esta pasta cuando era un crío?-;tal vez más atraídos por la variedad de colores,-auténtico festín para la vista-,que en la propia composición volumétrica.

Su valor es incuestionable en la didáctica infantil,que hizo posible en algunos casos,llegar al descubrimiento de aptitudes y vocaciones.Todos los amantes de la plastilina estamos en deuda con William Harbutt,no solo por el invento,sino por haberla comercializado,haciendo posible que estuviera presente en los hogares de medio mundo,contribuyendo al desarrollo de la creatividad infantil......

Pero, aunque la imagen mental asociada al "preciado elemento" sea la de los niños,no son solo ellos los que tienen la exclusividad de su manejo.A algunos adultos,se nos antoja que en virtud de sus propiedadse,la plastilina es muy válida para ser utilizada como material definitivo en la elaboración de esculturas. 

"Los Vallina en plastilina en Playa de
Benidorm",gozando de Mediterráneo,del sol,de los grupos de palmeras que crecen en la misma arena;es una estampa típica del lugar desde mediados de los sesenta,cuando una modificación de Plan General de Ordenación Urbanístico(1956),facilitó la creación de infraestructuras que supusieron el aumento de visitantes a lo largo de todo el año,acabando con el turismo estacional,asimismo,cambió la imagen de la ciudad que desde entonces se caracteriza por su crecimiento vertical,con edificios que "arañan el cielo"...

Definitivamente "los Vallina" pertenecen al grupo de turistas propios de los meses estivales.Cuando juegan en la orilla,mirando al mar,o entran a darse un chapuzón,divisan un islote,el "Illot de Benidorm",que por su forma peculiar de triángulo escaleno,constituye,sin duda,el símbolo más representativo de la localidad.
Según cuenta la leyenda,un gigante propinó una fuerte patada al Puig Campana,arrancándole un trozo,-cuya forma pueden ver recortada en la silueta del monte al salir del baño nuestros visitantes, que fue a parar entre las playas de Levante y Poniente;así nació el famoso"Illot".Con tal acción,el gigante pudo ganar unos minutos de luz y así prolongar la vida de su amada.
Otra variante de la leyenda,es la que narra que un ser de proporciones descomunales,herido por San Jorge en la batalla de Alcoy,huyendo hacia la costa se desvaneció a orillas del mar,dando forma al actual litoral;siendo su cabeza el promontorio del "Castillo"o "Monte de la Ladera Seca",muy probable toponimia de Benidorm según el profesor Bernat Mira Tormo,conformando sus brazos ambas playas de Levante y Poniente.Continuando con el símil anatómico-geográfico,su mano izquierda se correspondería con la "Sierra Helada"y la derecha con el "Tossal de la Cala".
El cofre de joyas y esmeraldas que portaba nuestro protagonista al sucumbir se convirtió en el "Illot";pero lo más importante de la islita,no es lo que cuentan de ella los relatos fantásticos,ni el que sea seña de identidad de un territorio,sino por ser hábitat de muchas especies vegetales,animales acuáticos y de aves como la gaviota audouín que es endémica del Mediterráneo.El lugar es un santuario y nuestro deber,conservarlo y protegerlo,evitando el deterioro de su riqueza natural.